
Debo confesar que me salen miles de palabras, se conjugan textos interminables en mi, pero prefiero ser escueta y concisa un día como hoy. Después de tanto me atrevo a reconocer que me siento muy feliz, tengo momentos de plenitud extrema, y hasta me animo a decir que lo malo lo desdibujo con corazones de chocolate.
No es mucho, no es poco, pero es un yo hoy, uno distinto, fuerza, gravedad, gratitud, destino, hoy todo engloba mi estado.