Las pequeñas cosas. A veces podes olvidar donde encontrarlas porque nos cuesta detenernos un momento y pensar en ellas. Nos resulta dificil considerar esos detalles simples que rodean nuestras atareadas y rutinarias vidas. Tal vez, habría que intentar ir más despacio y vivir cada momento con mayor intensidad y conciencia para darnos cuenta que una tarde en familia, una salida con amigos, una carcajada intensa, un 'te quiero' honesto o simplemente un 'muchas gracias' genuino puede colaborar con nuestra felicidad.
Aprender a identificar lo que realmente vale la pena y no dejarse amargar por problemas insignificantes es la clave para disfrutar el presente, ese tiempo permanentemente eclipsado por el valor que le damos al pasado y al futuro. Estamos embalados e inmersos en una cotidianeidad complicada que nos afecta de diversas formas, pero lo ideal seria relajarse, aminorar la marcha y reir con ganas, dejar que florezca de nuestro interior la carcajada más profunda, hasta que nos duela la panza.